Johana Acosta y Jorge Sanén, como dirigentes de Morena, deberían incluir entre sus propósitos de Año Nuevo reducir la brecha entre la militancia guinda.
Y es que, en la “posada” de Morena celebrada anoche, se notó el “vacío” de la base morenista.
En realidad, la “posada” se convirtió en algo así como una pasarela, una de tantas que, de manera anticipada, se reproducen con el mínimo pretexto, de norte a sur del estado para mostrar a aspirantes.
La mayor parte de los asistentes fueron de la “casta” que poco a poco se impone en la formación guinda bajo la premisa de: primero los puestos y después los principios.
Para la foto, la posada cumple el propósito de “mostrar” unidad hacia afuera.
Pero no estaría mal que Morena-QR comience a mirar más hacia adentro y hacia “abajo”.