Luis Gamero llegó como refuerzo para salvar a Yensunni Martínez, pero hasta ahora los resultados han estado por debajo de las expectativas morenistas.
Parecía un acuerdo ganar-ganar: Gamero rescataba a Yensunni y, de paso, se posicionaba para intentar de nuevo la alcaldía capitalina. No olvidemos que en 2021, Gamero fue el candidato de Morena, pero lo bajaron por una denuncia de violencia política de género interpuesta por la propia Yensunni, quien finalmente quedó como alcaldesa… y, además, de manera engañosa.
Sin embargo, la designación de Gamero como “número 2” en la Comuna capitalina no ha servido para redimirlo ni para ayudar mucho a Yensunni, quien, políticamente, está desahuciada y solo ha sobrevivido gracias a los tribunales.
El principal problema para Morena en la capital es Yensunni. Los intereses guindas requieren soluciones más creativas que mandar a Gamero de “salvavidas”.