La aprobación del cobro del Derecho de No Residentes (DNR) a cruceristas implicó también una colisión política y una sacudida en el morenismo local.
Y es que, de entrada, el retiro de la exención del pago del DNR a cruceristas cayó como balde de agua fría porque nadie lo vio venir en Quintana Roo.
La fulminante secuencia de hechos sacó de su tedio al morenismo local, que no tiene rival enfrente y se ve, por ahora, casi invencible.
Menos aún se esperaba después de que, apenas el 28 de agosto, el gobierno de Quintana Roo firmó un acuerdo con líneas navieras, a través de la Florida-Caribbean Cruise Association (FCCA), para crear el Fondo de Fomento al Turismo de Cruceros.
Como parte del acuerdo, se estableció que en el primer semestre de 2025 se creará un fondo con aportaciones paritarias de la FCCA y del gobierno de Quintana Roo. El esquema consistirá en un aporte de 5 dólares estadounidenses por pasajero en itinerarios de líneas de crucero que lleguen a Quintana Roo, sin importar si realizan más de una escala en el destino.
Este fondo se destinará a mejorar la infraestructura turística, la seguridad pública y asignará un porcentaje a la prevención y atención de desastres naturales y emergencias sanitarias en los puertos de Cozumel y Mahahual, en el Caribe Mexicano.
¡Sorpresa!
Sin embargo, el 26 de noviembre nos amanecimos con la noticia de la aprobación de las reformas a la Ley Federal de Derechos, que implicaba el retiro de la exención del pago del DNR a cruceristas.
De golpe y porrazo, los cruceristas deberían pagar además 42 dólares. La Asociación de Cruceros de la Florida y el Caribe (FCCA, por sus siglas en inglés), entre otras objeciones, destacó que ya estaba previsto el esquema del primer semestre de 2025, lo cual les implicaba pérdidas, pues tendrían que absorber este nuevo cobro.
No hay constancia de que los senadores y diputados de Quintana Roo tuvieran con anticipación esta información estratégica. De hecho, la “nota” más relevante de esa semana fue la designación de Eugenio Segura como presidente de la Comisión de Turismo del Senado.
Fractura
Más tarde se corroboró que se fracturó la bancada de Morena en la aprobación de este nuevo cobro, que, si bien representaba más ingresos para el gobierno federal, ponía en riesgo la continuidad del arribo de cruceros a Cozumel y Mahahual, lo que a su vez implicaría un desastre económico para ambos puertos quintanarroenses.
Por un lado, votaron a favor del cobro Humberto Aldana, Mildred Ávila, Enrique Vázquez Navarro y Juan Carrillo (PVEM).
Por un lado, votaron a favor del cobro Humberto Aldana, Mildred Ávila, Enrique Vázquez Navarro y Juan Carrillo (PVEM) y si bien, no votaron en contra, mejor se desaparecieron de la sesión Marybel Villegas y Santy Montemayor.
De paso, tambien hubo efectos colaterales en al oposición pues tampoco asistió el panista Ernesto Sánchez, cuya bancada estuvo en contra del cobro.
No pero sí
Cuando ya se conocía la magnitud del nuevo cobro el asunto pasó al Senado. Si bien Eugenio Segura y Anahí González expusieron motivos para el no cobro de este derecho a cruceristas a final de cuentas, votaron a favor.
El cobro también tuvo recuperaciones sociales. Este domingo se verificó una marcha pacífica desde el Asta Bandera hasta el Palacio Municipal de esta ciudad, organizada por empresarios dedicados a prestar servicios con la llegada de cruceros, para protestar por la imposición del Derecho Federal de 42 dólares (840 pesos).
Segunda Temporada…
Finalmente, la noche del domingo, La Asociación de Cruceros de la Florida y el Caribe (FCCA, por sus siglas en inglés) informó que el gobierno de México accedió a posponer seis meses la aplicación del cobro a cruceristas que visiten el País.
No se quitó el cobro. Sólo le se le dio por su lado a las empresas navieras para no absorber el nuevo impuesto.
Este “serie” tendrá una segunda temporada.
Pero, por lo pronto, en lo político se causó una fisura al monolito morenista de Quintana Roo.