Redacción
CIUDAD DE MÉXICO.- Desde este fin de semana comenzarán los últimos cambios de gobierno tras las elecciones del pasado 2 de junio.
En Veracruz, Jalisco, Chiapas y Puebla, los relevos serán del mismo partido que actualmente gobierna: en tres entidades continuará Morena y en una, Movimiento Ciudadano.
En todos los casos, las administraciones salientes dejan un legado de violencia y desapariciones sin precedente.
En Veracruz, el aumento del narcomenudeo, las desapariciones y los homicidios, además de la persecución a la prensa, es el saldo que deja el morenista Cuitláhuac García. Mientras que en Jalisco, el sexenio de Movimiento Ciudadano con Enrique Alfaro cierra con una crisis forense y cerca de 6 mil 700 personas reportadas como desaparecidas y no localizadas. El relevo de gobernador en Veracruz y Jalisco será este 1 y 6 de diciembre.
Chiapas cambia de gobierno en medio de un estallido de violencia: la lucha por el territorio entre grupos criminales ha derivado en masacres, además, arrastra problemas como la pobreza y la crisis en la frontera sur. En Puebla, el primer gobierno de Morena cierra con 740 desapariciones registradas en los últimos 23 meses, se trata de una cantidad similar a lo registrado en seis años, de 2017 a 2022. En Chiapas el cambio será el 8 de diciembre y en Puebla el día 14.
Te puede interesar: PVEM, PRI y PAN presentan diversas impugnaciones contra el Teqroo por mantener registro del MAS
Según un análisis del portal LatinUs, después de seis años de aplicar la fallida estrategia de “abrazos, no balazos” del expresidente Andrés Manuel López Obrador, los gobiernos entrantes deberán priorizar el tema de la seguridad y, ahora sí, hacer frente al crimen organizado.
VERACRUZ: Arremete PAN contra Cuitláhuac
Justo cuando Cuitláhuac García presumía su “misión cumplida” al comparecer en el Congreso de Veracruz durante su sexto informe de labores, el priista Héctor Yunes lo acusó de ser “narco, corrupto y peor que (Javier) Duarte”, mientras la panista Indira Rosales le entregaba un reconocimiento al “peor gobernador de la historia” de la entidad, todo esto mientras la bancada morenista guardaba silencio absoluto.
Todo parecía ir bien desde la más alta tribuna veracruzana, pero el asombro llegó cuando apagaron el micrófono de la diputada local panista Indira Rosales San Román. Ella subió a la Mesa Directiva para entregar un pergamino al gobernador saliente, destacándolo como “el peor gobernador de la historia”. No faltó la acusación de haber dejado al estado en las peores condiciones, y sentenció: “Fue un fracaso rotundo”.
Pero no conforme con ello, y a pesar de que García Jiménez intentó soslayarla al no recibir el “reconocimiento”, la exsenadora del blanquiazul exhortó a Rocío Nahle García, la gobernadora entrante, a evitar encubrir “las corruptelas e irregularidades del actual gobierno solo por pertenecer al mismo partido político”. “Espero que el próximo gobierno no pierda su tiempo intentando ocultar el pésimo desempeño de usted, siendo cómplices”, añadió.
El diálogo subió de tono cuando el morenista tomó el micrófono y respondió a los señalamientos de la panista al acusarla de presuntamente desviar 50 millones de pesos durante su gestión como delegada federal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol): “A nosotros las cuentas no nos salen. Y aún no han sido aclaradas”.
Pero las acusaciones no pararon ahí. Vendría la confrontación esperada por los asistentes, la del priista Héctor Yunes Landa, quien recordó el hackeo a la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) en 2022 y donde el Ejército presuntamente lo acusó de tener vínculos con el narcotráfico, documentos conocidos como Guacamaya Leaks.
Esos documentos, subrayó el excandidato a la gubernatura veracruzana, “aseguran que usted está vinculado al narcotráfico y no lo digo yo, lo dice la Sedena y es un documento que ni usted ni la Presidencia lo han desmentido”.
El priista reforzó su señalamiento al insistir que había superado al exgobernador priista Javier Duarte de Ochoa de ser el peor gobernador de la historia en Veracruz y acusarlo de haber permitido la entrada del Cártel del Noreste al estado.
Yunes Landa prolongó su embestida al acusarlo de haber creado 227 empresas fantasma y acumulado bienes a través de funcionarios de su gabinete como el secretario de Gobierno, Carlos Alberto Juárez Gil, a quien “le llevará su torta la penal de Pacho Viejo”.
García Jiménez esbozó una sonrisa cuando el priista comparó su desempeño de gobernador con su intervención desde la tribuna legislativa: “Sus logros como titular del Ejecutivo fueron tan extensos como los 3:14 minutos de los 20 minutos que tenía destinados a su primera intervención. Llevó a nuestro estado a la parálisis económica y social. Durante su administración, la entidad ocupó los primeros lugares en la República en secuestro y extorsión”.
El gobernador saliente trató de defenderse, aunque esta vez no tuvo el respaldo de la bancada morenista, y pidió que se le investigue a fondo porque “sus acusaciones son falsas. Cómo lo puedes asegurar si es una página de Internet. No tengo problemas de que se me investigue”.
Pero el priista asestó: “Durante su administración, la policía sólo se ocupó para perseguir a sus enemigos políticos y a los más desprotegidos, por cierto que le mandan saludos de Totalco. Pero para los delincuentes, dada su vocación cuatroteista, sólo hubo abrazos. En materia de desaparecidos, su sexenio lleva 276 casos” y le recordó que “gobernar no es bailar. Hubiera sido usted un gran exponente en el carnaval, pero sólo fue comparsa de la polarización, como cuando llevó un ataúd a la SCJN en lugar de acompañar el dolor de algún familiar que sufrieron el drama del homicidio doloso durante su sexenio”.
Entre tanta acusación, dio tiempo al aún gobernador de Veracruz, ya mañana deja la gubernatura, para presumir datos en materia de obras, de inversiones, de pobreza y hasta de seguridad.
Con información de LatinUs