El PAN terminó sacrificando a su principal activo en Quintana Roo.
Prácticamente, el grupo que se ha apoderado de la dirigencia estatal de Acción Nacional por la puerta de atrás se deshizo de Lili Campos, en un dramático proceso cuyo último capítulo lo escribió la Sala Xalapa del TEPJF. Este tribunal, que tampoco tiene fama de ser a prueba de balas, confirmó la tendencia: le arrebató la regiduría a la “lilista” Kira Iris para entregársela en bandeja a Danna Ramírez, presidenta del PAN en Solidaridad (Playa del Carmen).
Los caminos apuestos tomados por la ex Alcaldesa y el PAN no se puede llamar un “rompimiento”; más bien fue un divorcio consensuado.
Dicen los enterados que, tras el proceso electoral, la relación entre Lili Campos, quien buscaba reelegirse como alcaldesa de Solidaridad, y la presidenta estatal del PAN, Reyna Tamayo, acabó en llamas.
Lo ocurrido en el Cabildo de Solidaridad, con el respaldo que Reyna dio a Lili Campos, fue el clavo final en el ataúd de esta alianza. Así, el PAN perdió a su principal figura opositora en el estado, y ahora no se ve por dónde Acción Nacional podría encontrar un reemplazo que le permita competir dignamente en 2027.
Se comenta también que Lili Campos, aunque no asumió su regiduría plurinominal en el actual Ayuntamiento, no ha colgado los guantes políticos. Eso sí, sus opciones claramente ya no están en el PAN.
Aun así, Lili guarda silencio sobre su futuro.
Pero las malas lenguas aseguran que terminará aterrizando en la 4T. Incluso, dicen que ya hay un “preacuerdo”, al estilo de los grandes fichajes en el fútbol europeo.
¿Será?