Hugo Martoccia
Unos hablan de un hecho ya definido, al que sólo resta confirmarle una fecha. Otros prefieren situarlo aun en el contexto del rumor o la especulación. Lo cierto es que en MORENA Quintana Roo el nombre de Rafael Marín ha vuelto al primer plano en todas las conversaciones internas, porque todos hablan ya del regreso al estado del llamado líder moral del partido.
La versión no ha salido de la nada. En este mismo espacio se dijo que ese nombre lo puso en la mesa nada más y nada menos que el Secretario de Organización del CEN de MORENA, Andrés Manuel López Beltrán, en su reciente visita a Cancún. El hijo de AMLO le dijo a algunos morenistas que el vinculo directo con ellos sería “a través de Rafa”.
En esa visita Andy también dejó en claro que entiende que hay un creciente descontento del llamado morenismo puro o fundador por la imparable presencia del Verde en todos los rincones del partido y del poder. Tanto, que hasta la estructura electoral hay que “alquilársela” a ese partido, dicen.
Uno de esos morenistas descontentos lo explicó con palabras simples y directas. “Quieren todo: negocios, representación popular y burocracia. No se puede; hay que hacer un reparto más justo”, dijo. Ese concepto se repite con palabras diversas en muchos ámbitos del morenismo.
Andy dejó en claro que está al tanto de toda esa situación y dio a entender que algo va a cambiar. Para el día a día, los detalles y el análisis, puso a cargo del tema a Francisco “Paco” de la Huerta, quien ya estuvo en la Comisión Nacional Electoral del Partido. “Paco nos conoce a todos y tiene análisis muy certeros de lo que pasa”, dijo un morenista que confía en ese veredicto.
En ese contexto de un morenismo alerta, el nombre de Rafa Marín vuelve a surgir como un proyecto propio para los puros. Algunos lo ven instalado en el estado allá por mediados de 2025, una vez que concluya su encargo en Bruselas, en la sede de la OMC. Otros, un poco antes o después. Pero lo cierto es que los contactos entre él y su gente local se han activado.
El hipotético regreso de Rafa ha movido las estructuras profundas de MORENA. Consejeros estatales, referentes, y fundadores empiezan a hablar de cosas de las que hasta hace unas pocas semanas no se hablaba.
Del lado de Rafa lo que se pide es coherencia y carácter: lo que se diga en privado debe sostenerse como un proyecto en público. O sea, si ese morenismo quiere ganar espacios, debe actuar como bloque y con solidez ideológica y política.
Si al primer golpe de mesa van a dejar el reclamo a cambio de algún carguito, no habrá forma de enfrentarse al poderío Verde, que es una maquinaria aceitada, monolítica y con una imparable voluntad de poder.
Ante esa advertencia, varios referentes morenistas ya dicen en voz alta algo que antes se decía sólo en privado: “No tenemos nada que perder, porque no nos van a dar nada”.
EL PROYECTO ÚNICO
.La semana pasada se dijo en este mismo espacio que Mara Lezama requiere que se consolide su proyecto de “candidato único” a favor de Eugenio “Gino” Segura, porque la única manera de evitar sorpresas en el 2027, es que no haya otros candidatos locales.
En ese sentido, quizá no hay peor noticia para esa estrategia que un regreso de Rafa Marín a la política local. ¿Sería Rafa candidato a la gubernatura? Nadie lo sabe, pero ya quiso serlo en 2022, y su bandera fue justamente que la alianza con el Verde no hacía falta en el estado. En aquella ocasión fue el propio AMLO el que lo bajó de esa jugada, y le dijo que ya estaba tomada la decisión a favor de Mara.
¿Podría volver a intentarlo en un escenario muy diferente?. Quizá. Pero ni siquiera ese es el tema de fondo. La realidad es que no es fácil que Rafa sea candidato. Pero en cualquier escenario en el que Rafa esté presente, se convierte de inmediato en un aspirante sólido. Y ese sería ya todo un problema para la estrategia de Mara. Incluso, hay quien dice que podría tomar el cargo de delegado nacional del partido en el estado, lo que lo pondría por encima incluso de la dirigencia local.
Naturalmente, Rafa agruparía a un sector del morenismo que no se siente cómodo con el Verde, que no es, para nada, un sector menor. Y eso impactaría sobre la estrategia de consolidar la imagen de Gino como el candidato único.
Parte del armado de la candidatura única es lograr que Gino se meta en las bases lopezobradoristas con nombre propio. No ha sido, debe decirse también, una tarea infructuosa. El senador practica las buenas formas políticas, y tiene el apoyo de todo el marismo formal, que va desde operadores políticos hasta alcaldes, alcaldesas y legisladores. En voz alta, al menos, nadie se ha pronunciado en contra de su candidatura y todos lo apoyan de manera inequívoca.
Además, tiene alrededor un aparato mediático gigantesco, manejado desde la Ciudad de México. A simple vista se puede ver que se trata de esa nueva escuela de comunicación política basada en las redes sociales, que trabaja sobre la imagen de la persona, y no sobre su estrategia política ni el contenido.
El consultor político ecuatoriano Jaime Durán Barba, de fuertes nexos con México, se refirió a esa nueva forma de comunicar en una columna del diario Perfil. Dijo:
“Para los políticos y analistas tradicionales, es difícil entender cómo funciona la nueva comunicación política, que tiene poco que ver con los textos y el contenido de los discursos, y mucho con las formas y el espectáculo. No importa que las palabras sean poco coherentes, lo que comunica es el lenguaje corporal, los escenarios, se trata de llamar la atención de los ciudadanos. Parecería fácil hacerlo, pero no lo es. Algunos políticos han tratado de ganar las elecciones haciendo idioteces en la red, y en vez de conseguir votos han quedado como payasos”.
La frase resume el momento histórico que se vive en ese mundo y también los riesgos que esa estrategia tiene. Hasta ahora, quienes están alrededor de Gino dicen que está funcionando a la perfección. Su figura es aceptada por la gente, y su imagen se multiplica y se consolida como la del candidato ya ungido. Lo demás sería sólo mover el aparato de la 4T el día que hace falta hacerlo. Y ese no es un dato menor, porque ese aparato se mueve al ritmo (y con el financiamiento) del Poder estatal.
EL VERDE Y EL PACTO
Por supuesto que una versión paralela a todo esto dice que no hay forma alguna de torcer el rumbo de lo que se pactó desde 2018 para Quintana Roo. Jorge Emilio González Martínez, el famoso Niño Verde, ha cumplido cada parte de ese acuerdo. La última parte fue la entrega de 15 diputados federales Verdes a MORENA para que el guinda maneje esa Cámara.
Quienes apoyan esa versión, dicen que no es equiparable lo que significa ese aporte de Jorge Emilio a MORENA, con lo que significa un estado electoralmente muy pequeño como Quintana Roo. Para los objetivos de la 4T, insisten, es indistinto cómo se repartan el poder el Verde y MORENA en este estado, si nacionalmente el Verde cumple con su parte del contrato de la alianza. Y nadie patea los negocios de todos.
Del otro lado dicen que no es así. Que una vez concluidas las reformas constitucionales que dejó AMLO, se termina la etapa del pragmatismo. Y aseguran que la señal de ello es justamente la fórmula Luisa María Alcalde – Andy López Beltrán en la cúpula de MORENA. El proyecto de lograr 10 millones de afiliados a MORENA sería, en ese contexto, una forma de poner a cada partido en su lugar.
Pero aún con esa idea de fondo, MORENA sabe que tiene un límite que no puede cruzar. “Engordar” al Verde y al PT con votos propios para que logren legisladores, es parte fundamental de la estrategia para mantener la sobrerrepresentación legislativa, tanto en el ámbito federal como en los estados. El ejercicio absoluto y sin límites del poder es un objetivo que está mucho más allá de algunas escaramuzas puntuales.
Sea cual sea la versión que cada quien quiera tomar de la historia (en la inteligencia de que ambas comparten gran parte de la trama) lo cierto es que en la base del morenismo quintanarroense se empieza a vivir un momento de ebullición como no se veía desde el proceso para la elección de 2022, cuando Mara fue elegida gobernadora.
Quizá esa es, más allá de todo, la mejor noticia para la política quintanarroense, en donde hace un buen rato que nada se debate.