El Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo) confirmó lo que ya sospechábamos: es un apéndice del cuatroteísmo caribeño.
En un acto digno de teatro del absurdo, el Teqroo se sacó de la manga dos resoluciones que no tienen otra misión más que complacer al verdi-morenismo, aunque caigan en contradicciones o rayen en el ridículo.
Primero, destituyen a Kira Iris como regidora para darle el puesto a la líder municipal del PAN, Dana Ramírez. Kira, que era suplente de Lili Campos, quedó como regidora por representación proporcional cuando Lili asumió la alcaldía. Pero ahora, mágicamente, el Teqroo decide que el lugar le pertenece a Dana, con el argumento de que “es lo que sigue en la lista”.
Con esta jugada, el Teqroo no solo atiza la guerra civil dentro del PAN de Quintana Roo, sino que también le pone más piedras en el camino a Lili Campos y fortalece al grupo de Reyna Tamayo.
Por si fuera poco, en otro giro surrealista, el Teqroo revive el registro del partido local MAS, basándose en los resultados de… ¡2022! Sí, porque para ellos, lo reciente es irrelevante. Así, de un plumazo, el tribunal paga un favorcito a la “22 de Enero” y al líder del MAS, José Monroy.
Con decisiones como estas, queda claro que el Teqroo ya no es garantía de imparcialidad ni equidad. Más bien parece un atril para teatro guiñol, en lugar de un tribunal que imparta justicia.
El Teqroo, sin rodeos, ya es un engranaje más de la 4T.