Redacción
CIUDAD DE MÉXICO.-El incremento en las tarifas para cruceristas que visiten puertos mexicanos podría triplicar los costos actuales, posicionándolos como los más caros de la región, advirtió la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA, por sus siglas en inglés). Según su directora general, Michele Paige, la propuesta de cobrar 860 pesos (42 dólares) por pasajero, incluida en la Ley de Derechos para 2025, podría elevar los costos hasta un 245%.
Comparaciones que preocupan
Actualmente, un crucerista paga 28 dólares al llegar a Cozumel, el principal destino mexicano; con el nuevo impuesto, el monto aumentaría a 70 dólares, un incremento del 150%. En Mazatlán, la tarifa subiría de 16.8 a 58 dólares, mientras que en Mahahual pasaría de 19 a 61 dólares.
En contraste, Islas Caimán, el destino más caro del Caribe, cobra 24.25 dólares por pasajero, y Jamaica aplica un gravamen de 20 dólares. Incluso puertos como St. Martin cobran apenas 14 dólares, dejando a México fuera de competitividad al colocarse 213% por encima del promedio regional.
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Impacto en la industria y los viajeros
Paige señaló que la medida tomó por sorpresa a las navieras, ya que fue aprobada sin consulta ni análisis previo de sus implicaciones económicas. Además, recordó que el ciclo de planificación de los cruceros es de dos años, y para 2025 la mayoría de los itinerarios ya están vendidos.
“La mayoría de los vacacionistas no podrán cubrir estos nuevos costos a último momento. Esto podría llevar a las navieras a cancelar rutas hacia México, afectando no solo a las empresas sino también a las comunidades locales que dependen del turismo de cruceros”, explicó Paige.
En 2023, México recibió más de 9 millones de cruceristas en 2,743 barcos, dejando una importante derrama económica en destinos como Cozumel, Mahahual y Mazatlán. Sin embargo, la FCCA anticipa una caída en la demanda ante el encarecimiento de los itinerarios, lo que resultará en menos turistas y menos ingresos para el país.
Llamado a la reconsideración
Paige instó al Gobierno de México a pausar la aprobación de este impuesto en el Senado, programada para el martes 3 de noviembre, y a buscar un diálogo con la industria para encontrar alternativas que no afecten el flujo turístico.
“Invitamos al Gobierno a reconsiderar esta medida. El futuro del turismo de cruceros en México depende de ello”, afirmó, señalando que una prórroga podría permitir una transición más adecuada y menos perjudicial para el sector.
Contexto regional
Actualmente, los visitantes internacionales que llegan por avión ya pagan el Derecho de No Residente, pero los cruceristas habían estado exentos debido a su corta estadía (menos de 24 horas). Este cambio busca equiparar las condiciones, pero sin contemplar las especificidades del turismo marítimo, según Paige.
El impacto del nuevo gravamen también amenaza con desincentivar las inversiones en infraestructura turística en puertos como Cozumel y Mahahual, donde ya se había acordado un cobro adicional de 5 dólares para mejoras urbanas.
“De aprobarse esta medida sin ajustes, México se enfrentará a una pérdida significativa de turistas de cruceros, poniendo en riesgo miles de empleos y el desarrollo de las comunidades costeras”, concluyó Paige.