Redacción NOTICARIBE PENINSULAR
TULUM – Este domingo 27 se cumple un año del atroz crimen contra Victoria Salazar, quien murió por los golpes que le propinaron un grupo de elementos de la policía municipal de esta demarcación.
La muerte de Victoria Salazar ocurrió un sábado 27 de marzo por la tarde, en la colonia Tumben Ka, frente a una tienda de conveniencia, en Tulum.
El hecho generó una ola de indignación en México, El Salvador y otros países a través de las redes sociales, al ser calificado de brutalidad policial
Incluso el hecho fue comparado con la muerte de George Floyd.
La policía sometió a la mujer en el suelo, la inmovilizó y, siempre según el relato de los agentes, ésta se desmayó. Posteriormente la subieron a la unidad vehicular policial y la detenida comenzó a convulsionar en el trayecto a dependencias policiales. Le fueron quitadas las esposas y fue trasladada a un centro de salud. El ingreso tuvo retraso en efectuarse, posteriormente llegó una ambulancia y la detenida fue declarada fallecida.
Posteriormente se hizo pública la identidad de la fallecida. Se llamaba Victoria Esperanza Salazar Arriaza, originaria de El Salvador, con 36 años, madre de dos hijas y radicada en México con una visa humanitaria.
El escándalo escaló el más alto nivel, que involucró a cuatro policías, incluso fue condenado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, así como por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
Aunque la Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo detuvo a cuatro policías municipales, tres hombres y una mujer, involucrados en el presunto feminicidio, a la fecha no se sabe si siguen detenidos o no.
Sin embargo activistas señalan que ninguna autoridad de alto rango fue sancionada, y por lo tanto el crimen de Victoria sigue impune.
Víctor Mas, el entonces presidente municipal de Tulum fue rebasado por el hecho, y tras intentar reelegirse perdió frente a Marciano Camaal, y actualmente es regidor en Tulum
Hoy en Tulum, junto al Palacio Municipal, desde donde entonces se colocó su imagen y una pequeña ofrenda, se le recordó por parte de activistas, y lo mismo se hizo en las oficinas del Instituto Nacional de Migración, en la avenida Náder con Uxmal.