Redacción
CIUDAD DE MÉXICO.- “La posibilidad de que se fabrique o no [fentanilo] en México y en qué parte es algo que siempre se está investigando”, fueron las palabras que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo emitió durante la conferencia del 7 de enero al hablar sobre la posible producción de este opioide en el país.
Desde Palacio Nacional, la mandataria reconoció que la mayor parte de los precursores químicos que ingresan al país provienen de Asia. Sin embargo, expuso que las instalaciones para fabricar drogas sintéticas han estado primordialmente relacionadas con la metanfetamina.
“La estrategia de cero impunidad tiene que ver con la detención de ciertos objetivos prioritarios que son generadores de violencia y al mismo tiempo se desmantelan laboratorios. Los que se han desmantelado en nuestro país son principalmente de metanfetamina o de cristal”, expuso la presidenta.
Asimismo, aunque “no se han encontrado” laboratorios utilizados para llevar a cabo “todo el proceso” de producción de fentanilo, Sheinbaum advirtió que son permanentes las investigaciones en este sentido.
Para obtener este opioide existen por lo menos tres métodos distintos, según autoridades citadas por el portal Insight Crime. Cada uno de los procesos utiliza químicos diversos —entre precursores, preprecursores y sustancias esenciales—, los cuales se utilizan para sintetizar el fentanilo.
Los procedimientos necesarios para fabricar esta droga exigen la instalación de “un laboratorio con condiciones específicas y equipos de protección personal especializados”, expuso recientemente el director general del IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch Pérez.
En años recientes, las Fuerzas Armadas han informado de manera pública el aseguramiento de múltiples inmuebles relacionados con la manufactura de pastillas de fentanilo, el cual representaría sólo uno de los pasos en la obtención de este narcótico.
Documentos oficiales detallan que entre enero de 2019 y octubre de 2024 la Secretaría de la Defensa Nacional (antes Sedena, ahora Defensa) desmanteló 26 laboratorios de manufactura de fentanilo, de los cuales 22 se ubicaban en Sinaloa, tres en Baja California y uno más en Chihuahua. En conjunto, el aseguramiento de dichas instalaciones permitió el decomiso de cuatro millones 206 mil 178 pastillas y 40 máquinas tableteadoras.