Redacción
TULUM. – Eduardo Neira y Sebastián Ávila Neira, empresarios argentinos detrás del Grupo Azulik, han llevado a cabo una serie de desarrollos inmobiliarios en la costa de Tulum, área en la que se han reportado transformaciones significativas en el entorno natural.
De acuerdo con registros visuales y testimonios locales, una franja de manglares y dunas, identificada como zona protegida y rica en biodiversidad, ha sido afectada para la construcción de 12 villas de lujo.
El terreno en cuestión, que anteriormente pertenecía a la Universidad de Quintana Roo, se encuentra en una zona de bajo protección federal.
Según expertos en conservación, esta área alberga un ecosistema frágil y diverso.
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Sin embargo, la construcción y transformación de espacios naturales en esta franja han continuado sin que, hasta la fecha, se haya informado de acciones preventivas significativas por parte de las autoridades ambientales.
Sebastián Ávila Neira, representante de Grupo Azulik, ha señalado en diversas ocasiones el compromiso de la empresa con la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente.
No obstante, las actividades de construcción en el área incluyen el desmonte de dunas y manglares y la ocupación de áreas que, según la legislación federal, son de acceso restringido para proteger los ecosistemas naturales.
Este caso forma parte de una serie de desarrollos turísticos en la región de Tulum que, de acuerdo con especialistas en ecología y derecho ambiental, han modificado de manera profunda el paisaje costero.
En respuesta, diversas organizaciones han llamado a revisar la normativa vigente y a reforzar la protección de las áreas naturales frente al crecimiento urbano en la región.
Con información de Conexión Caribe