Francisco Javier Robles/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Las casetas que alguna vez fueron para vigilancia policial en las diferentes regiones del municipio, representan un problema de salud para las familias que viven en sus inmediaciones.
Desde hace varios años que fueron abandonadas por las autoridades, están convertidas en focos de contaminación para vecinos, peatones y alumnos, pues son utilizadas como baños públicos en parques, iglesias, deportivos y escuelas.
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“Yo escuché que Seguridad Pública ya no las iba a rehabilitar por no ser funcionales para la seguridad, pues entonces que las manden a destruir y que limpien esas áreas, porque verdaderamente son insoportables los olores que despiden”, dijo Lizandro, habitante de la Región 231.
“Por supuesto que nos afectan estas casetas que no sirven para nada en las escuelas. Madres y niños tenemos que fumarnos las pestilencias durante toda la mañana, porque todo mundo hace sus necesidades en ellas”, reclamó Maricarmen.
En la administración municipal pasada se informó que dicha infraestructura pública sería utilizada como centros de capacitación y hasta como pequeñas bibliotecas para las familias y alumnos vecinos, proyecto que no trascendió y quedó en el olvido en poco tiempo.
