Si fuera un encuentro deportivo, en el conflicto de Taxistas Vs Uber los primeros llevan la ventaja, y, además, con ayuda del “arbitro”.
Los taxistas han jugado rudo, y ayer, con el bloqueo de ambos extremos de la zona hotelera, “entraron con los tacos por delante”.
Pero, apenas han recibido llamadas de atención del árbitro. No ha habido tarjetas amarillas, menos rojas.
Pero, además, los taxistas llevan ventaja sobre Uber, pues ahora resulta, según la versión de la secretaría de Gobierno, Cristina Torres, que si bien Uber ganó un amparo contra los candados que les impusieron hace tres legislaturas -en la primera parte del sexenio del ex panista y ahora cuatroteísta, Carlos Joaquín– aun falta un “marco normativo” para que pueda operar a la plataforma de transporte de pasajeros en Quintana Roo.
Por determinación de la justicia federal ya no está prohibido que Uber opere, pero Cristina Torres (por cierto, abogada egresada de la Uqroo) insiste que la plataforma requiere leyes locales.
Es decir, Uber aun no puede operar. Quien lo haga es un clandestino.
Los taxistas se siguen yendo con la suya.