Alejandro Peza
CHETUMAL.- El secretario de Ecología y Medio Ambiente (SEMA), Alberto Rébora Aguilera, informó que se reunirá con el titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) Pedro Álvarez Icaza para retomar la declaratoria de tres áreas naturales protegidas para Quintana Roo que abarcan más de mil hectáreas de los municipios de Bacalar, Puerto Morelos y Tulum.
Alberto Rébora, explicó que la declaratoria formal para tres nuevas áreas naturales protegidas en Quintana Roo, se plantea retomar a partir de esta misma semana, cuando el gobierno del estado, se reúna esta misma semana con el titular de la comisión nacional de área naturales protegidas. (CONANP) Pedro Álvarez Icaza.
El titular de SEMA dio a conocer que hay un decreto firmado por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, explicó que se debe finalizar en esta administración federal, el proceso legal correspondiente, para tener estas áreas protegidas en Puerto Morelos, Tulum y Bacalar, sustentadas en la conservación de la flora y fauna.
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Dijo que corresponde a la presidenta, Claudia Sheinbaum, formalizar la creación de estas superficies protegidas que abarcan 400 hectáreas en los manglares de Puerto Morelos, 200 en las inmediaciones del parque “El Jaguar” en Tulum, y 400 más en la zona costera de Bacalar, conocida como Pulticub.
Un dato importante es que apenas el pasado 24 de septiembre el ejido Aarón Merino Fernández, ubicado en el municipio de Bacalar al sur del estado de Quintana Roo, creó su Plan de Ordenamiento Ecológico Local Comunitario Participativo (OELCP) con el que se pretende tener un crecimiento urbano ordenado y frenar los intentos de crear un Área Natural Protegida que paralizaría las actividades económicas y recreativas en la zona.
La consultora ambiental, María Luisa Villareal Sonora destacó que este es uno de los primeros documentos validados por la Semarnat y que son propuestos por ejidatarios.
María Luisa Villareal Sonora, señaló que el Plan de Ordenamiento Ecológico Local Comunitario Participativo es una muestra de que los propios ejidos pueden autoregularse, por lo que no es necesario establecer ningún Área Natural Protegida, Ramsar o Hábitat Crítico que, desde hace 7 años, se ha pretendido imponer en el sistema lagunar Bacalar Chetumal.
Explicó que con el Ordenamiento Ecológico Local Comunitario Participativo, “demostramos que desde adentro, con una visión humana y con la visión de los ejidatarios y propietarios de tierras, podemos planificar un desarrollo sustentable comunitario, sin necesidad de ningún otro tipo de instrumento de supuesta conservación.
María Luisa Villarreal, quien ha trabajado con el ejido desde hace 4 años, en el diseño y acabado del OELCP, señaló que “el documento base de desarrollo integral nace de una decisión de la comunidad ejidal para crear un área destinada voluntariamente a la conservación, con nuestro propio ordenamiento ecológico y hasta un programa de desarrollo urbano para un asentamiento humano reconocido por el Registro Agrario Nacional.
En ese sentido, Roberto Salgado Sangri, del CONCLAB recordó que “esta es una muestra de que los propios ejidos pueden autoregularse por lo que no es necesario ningún Área Natural Protegida, Ramsar o Hábitat Crítico que, desde hace 7 años, han pretendido imponer en el sistema lagunar Bacalar Chetumal, políticos y empresarios amparados en organizaciones seudo ambientalistas, como Amigos de Sian Ka’an, que solo buscan el control del agua y tierras costeras.
El presidente del comisariado ejidal, Manuel Jesús Poot Cojob, como la consultora María Luisa Villarreal señalaron que “para la protección ambiental y el manejo de recursos en Aarón Merino Fernández se considera mantener zonas permeables provista de vegetación en todo el territorio corredores y unidades de gestión ambiental (UGA) para proteger los ecosistemas y los recursos hídricos dentro de las zonas de conservación y de aprovechamiento sostenible, no como islas o parches aislados, sino como corredores que facilitan la conectividad entre diferentes zonas, asegurando la continuidad de los procesos ecológicos e hidrológicos esenciales para la región.