En la entrega del Bando Solemne a Mara Lezama, como gobernadora electa, morenistas y verdes se dieron de codazos en la foto del recuerdo.
La presidente de la Comisión Permanente de la XVI Legislatura, Cristina Torres, que también aspira a ser secretaria de Gobierno, tuvo que llamar al orden ante los jaloneos.
Dentro de unos 26 días, Mara Lezama deberá de estar tomando protesta como gobernadora, pero está al borde de una crisis política y de gobierno.
Y es que los principales partidos que la postularon están con el cuchillo en los dientes peleando por la presidencia de la Jugocopo de la XVII Legislatura.
Por Morena, Marybel Villegas está haciendo valer que su partido tiene la mayoría de los diputados, al sumar 10 escaños sólo del partido granete.
Pero, los verdes se sientes con derechos, sobre todo por los números que obtuvieron el pasado 5 de junio.
En la elección de diputados, los verdes tuvieron 122 mil 514 votos y Morena no quedó tal lejos, al obtener 166 mil 682. La diferencia porcentual es de sólo 8 puntos, con 22.4080% del PVEM y 30.4864% de los granates.
El “drama” para Morena es cómo ocurrió la tremenda votación del Verde, que apenas el año anterior alcanzó sólo 27 mil votos. Muchos de los 122 mil sufragios alcanzados en 2022 fueron “presentados” y/o” rentados” por los granates.
En tanto, el cancunense-cozumeleño, Renán Sanchez Tajonar, la nueva perla del Verde, ya tiene todo listo para sentarse en la silla principal del curvato de Punta Estrella.
Los del verde se sienten con merecimientos y quieren la Jugocopo.
Pero también Marybel Villegas está haciendo valer los acuerdo en la Secretaría de Gobernación, con lo que la cancunense dejó el senado para ser presidente de la Jugocopo y no ir de candidata a gobernadora de Movimiento Ciudadano.
La gobernadora electa está en una encrucijada entre sus aliados y mayorías.
En primer lugar podría perder el apoyo de los verdes y sus ocho diputados, sin contar aún los efectos colaterales en el interinato de Benito Juárez.
Pero, a la vez Marybel podría regresar el Senado, e incluso moverse a otro partido.
Y no se punto de encuentro.
En tanto, el reloj sigue su marcha.