En el morenismo caribeño ya están como aquella máxima priista que refería que todo se tenía que adaptar a la voluntad del Señor Presidente, según sea el caso.
“Qué hora son”- preguntaba el Presidente en aquellos tiempos del poderoso PRI.
“Las que usted diga”, era la respuesta.
Algo así pasó en el Cabildo de Benito Juárez con los reacomodos para la posición de Síndico.
Primero con Pablo Gutiérrez y luego a Miguel Ángel Zenteno, estiraron y encogieron la Ley a lo que más se acomodaba a sus propios impulsos políticos y no a las cumplieron las instrucciones legales.
Representante legal
Y no es un asunto menor o un pleito por un simple “hueso” político. El Síndico es, para empezar el representante o apoderado legal del Ayuntamiento y su forma es la que vale en lo litigios en los que esté implicada la Comuna.
Y, todo empezó cuando el acelerado Pablo Bustamante del PVEM, pidió licencia de síndico para ser secretario del Bienestar.
La ley marca que debe de ser llamado su suplente, que en este caso es Eric Arcila Arjona, que optó por irse como presidente de la Comisión Para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo.
Es decir, ya no había suplente de acuerdo a la planilla que fue registrada ante el Ieqroo por la alianza Morena-PVEM-PT. Pero la ley es muy clara y establece, como alternativa, que en el Cabildo debe de llamar a un “vecino” de la ciudad.
La lista
Sin embargo, sin un mediador procedimiento, fue llamado el siguiente de prelación en la planilla de regidores. En este caso, se llamó a Pablo Gutiérrez que era el segundo regidor.
Pero no se trataba de “subir” al siguiente de la lista de regidores propietarios, sino llamar a un vecino, para lo cual se requiere un procedimiento l-e-g-a-l.
Luego, vino la “grilla” contra Jorge Carlos Aguilar Osorio, y fue echado casi por la puerta de atrás como secretario del Ayuntamiento.
Entonces, como nuevo secretario del Ayuntamiento fue llamado Gutiérrez, por lo que debería de dejar la sindicatura.
Y oootra vez, vuelven a regar el tepache.
Se va Gutiérrez y llaman a Zenteno, que era el ¡¡sexto!! Regidor.
Vecino
Lo que correspondería era llamar a Arcila o llamar a un vecino, para realizar el procedimiento “como Dios manda” y no a capricho y mucho menos a tontas y locas.
Y ahora están metidos en un tremendo enredo legal.
La cosa está tan enredada que los “actos de autoridad” de Zenteno y, de paso, los realizados por Gutiérrez podrían carecer de valor legal.
Por ejemplo, la forma de Zenteno podría carecer de valor en pleito legal por el PDU.
Además, una cosa, mínima de derecho, es que los servidores públicos sólo pueden hacer lo que ley le permite o faculta. Si no hay reglamento o ley secundaria pues no se pueden estar inventado facultades.
La forma es fondo, diría el clásico y en este episodio se perdieron todas las formas.