Por Javier Chumacero/NOTICARIBE PENINSULAR
PLAYA DEL CARMEN. – El gobierno de Lili Campos ya no siente lo duro, sino lo tupido frente a la 4T. Entre el Tren Maya y el sargazo, ha tenido que ceder a todas las disposiciones unilaterales de diversas dependencias del gobierno federal.
La embestida inició en febrero de este año, cuando Sedatu envió a su subsecretario Octavio Fajardo, para pedir las anuencias que les permitieran realizar los estudios técnicos del proyecto ferroviario en el nuevo trazado.
Al funcionario se le dio un lugar en el Cabildo y tuvo su intervención. Dos días después empezó la devastación en la selva. ¿Y los estudios de mecánica de suelo? Hasta el momento nadie los conoce.
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Con la llegada del sargazo a las costas del destino, hubo reuniones previas y declaraciones del contralmirante Alejandro López Centeno de la Secretaría de Marina, que tanto las barreras de contención como las embarcaciones recolectoras del alga se encontraban listas.
La administración local cumplió con el pago de alrededor de 40 millones de pesos. Y apenas hace unos días se colocaron las barreras, aunque sólo funciona un navío. Ya Lili Campos pidió la cesión de los mismos para su operación aunque sin respuesta oficial.
El Tren Maya trajo más dolores de cabeza para el Ayuntamiento. También por medio de Sedatu lograron la “venta” de 16 predios municipales ubicados en las inmediaciones de la ruta del tramo 5, a precios que determinará la dependencia federal.
La única que ha “ganado” el gobierno solidarense fue la rehabilitación de la carretera federal 307. Fonatur cambió la ruta del Tren Maya y Fonatur pagará. Aunque seis meses después.