Redacción
Ciudad de México. Autoridades federales detuvieron en el municipio Tlatlaya, Estado de México a Alejandro Palacios Benítez, El Cholo Palacios, quien era jefe de plaza de Guerreros Unidos en los municipios de Taxco, Huitzuco de los Figueroa y Tepecoacuilco, Guerrero y quien está involucrado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014.
El Gabinete de Seguridad informó que Palacios Benítez fue detenido en la avenida Independencia de la comunidad Nuevo Copaltepec, con base en una orden de aprehensión girada en su contra por los delitos de delincuencia organizada y desaparición forzada.
De acuerdo con la información dada a conocer, en el operativo participó personal de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), en colaboración con autoridades de la Fiscalía General de la República (FGR), la Guardia Nacional y de las secretarías de la Defensa Nacional (Defensa) y de Marina-Armada de México (Semar), quienes corroboraron la información obtenida por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
El Cholo Palacios, según información gubernamental, “planeaba emigrar junto con su familia a Estados Unidos para no ser detenido pero fue capturado en el Municipio de Tlatlaya donde residía con su esposa y dos hijos menores de edad”.
Como jefe de plaza en los municipios de Huitzuco, Taxco y Tepecoacuilco era el encargado de realizar secuestros, cobro de piso y se le atribuye, además de su participación en el llamado Caso Iguala, la desaparición de al menos ocho personas en el municipio de Cocula.
Durante las investigaciones relacionadas con la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, Gildardo López Astudillo, otro de los líderes regionales de Guerreros Unidos, declaró a las autoridades que Palacios Benítez estuvo relacionado con las agresiones y desaparición cometida contra los estudiantes normalistas el 26 de septiembre de 2014, y que el Cholo Palacios fue el responsable “de la emboscada al autobús del equipo de futbol Los Avispones y de las agresiones cometidas a vehículos particulares y taxis en el crucero de Santa Teresa”.
Con información de La Jornada