Lo de los desesperados (más que adelantados) en Morena ya parece una pandemia.
No solo se trata de la autopromoción de suspirantes a la candidatura para la gubernatura, sino que la fiebre es aún más grave en Benito Juárez (Cancún).
En el municipio más importante de Quintana Roo, cada día aparecen más aspirantes, y los que ya venían alzando la mano han llegado a situaciones desproporcionadas y hasta hilarantes.
Destaca la desenfrenada carrera del joven Eric Arcila, parte de la camada neoliberal de Morena. Sus redes sociales y el diputado mismo son una antología de lo que NO es la política seria. Su estilo parece sacado de la escuela del RB Team, perfectamente asimilada por un amplio sector del cuatroteísmo caribeño.
Y la cereza del pastel: el ex responsable del deporte estatal se presenta como el “joven maravilla” de una dupla encabezada por Eugenio Segura, quien hasta ahora es el principal aspirante de la alianza verdi-guinda a la gubernatura.
Pero, ya sabemos: las encuestas son las encuestas, y al joven Arcila le urge ser frenéticamente popular, aunque se le derrape la pista en el intento.