Redacción
CANCÚN.- A unas horas de que se lleve a cabo la convención para la elección de la dirigencia panista en el estado, el regidor Marcelo Rueda Martínez cuestionó este proceso en el que será reelecta la actual líder, Reyna Tamayo, quien es candidata única.
En redes sociales el exconsejero estatal del PAN presentó un duro panorama sobre la situación que atraviesa este partido y consideró que el proceso de mañana será antidemocrático.
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Como principal señalamiento, el también ex dirigente municipal del PAN en Benito Juárez destacó la maniobra para evitar la inscripción de la ex senadora Susana Martínez, a fin de que Reyna Tamayo quedara como candidata única.
A continuación el texto íntegro divulgado por Marcelo Rueda:
Desaprender la Democracia en el PAN.
Mañana, el Consejo Estatal del PAN en Quintana Roo llevará a cabo una sesión que debería ser motivo de orgullo democrático para los panistas. Sin embargo, será todo lo contrario: un episodio antidemocrático en el que Reyna Tamayo será ratificada como presidenta, sin permitir una contienda justa. Este hecho no solo desdibuja los principios fundamentales del partido, sino que refleja una estrategia orquestada para impedir lo que debería ser un proceso abierto y transparente.
El reclamo no es únicamente contra la imposición de Tamayo, sino contra la forma en que se estructuró todo este montaje. No es solo el bloqueo a Susana Martínez, quien intentó legítimamente ser contrincante; es el hecho de que consejeros estatales se prestaron a esta maniobra. Consejeros que, lejos de actuar con autonomía, negaron la posibilidad de una competencia al firmar, en algunos casos, sin siquiera saber que sus rúbricas serían usadas para evitar que Martínez alcanzara las firmas necesarias.
Lo más grave es que estos consejeros no actuaron solos. Esta estrategia fue diseñada y avalada por figuras relevantes del partido, hombres y mujeres que conocen de política, que han sido formados en el PAN y que, hasta hace poco, podían llamarse demócratas. Personas que han ocupado cargos públicos y que han hecho del PAN su plataforma de vida. Pero ahora, con esta actuación, han traicionado los principios que una vez defendieron.
Entre los consejeros, hubo quienes se prestaron al juego por simple cálculo político. En lugar de tomar una postura ética y permitir que la militancia eligiera libremente a su dirigencia, optaron por cerrar filas en torno a Tamayo. Algunos lo hicieron sin reflexionar sobre las implicaciones de su firma. Otros, con mayor conocimiento, lo hicieron no por convicción, sino por asegurarse de que Martínez no pudiera competir.
Más preocupante aún es el papel de aquellos consejeros que optaron por el silencio. Hombres y mujeres que, escudados en excusas como “motivos de trabajo” o “compromisos previos”, decidieron no presentarse en los momentos clave del proceso. Su ausencia, aunque conveniente para ellos, también los hace responsables del boicot democrático que estamos presenciando.
Y luego están los que han intentado justificar sus actos en conferencias de prensa, rodeados de figuras de renombre que intentan otorgarles legitimidad. Con una actitud autocomplaciente, se esfuerzan por convencer a la militancia de que todo esto es “por el bien del partido”. Pero la militancia no es ingenua. Los panistas saben que estos discursos no son más que intentos de encubrir un proceso que carece de toda transparencia y legitimidad.