Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CHINA.- La ciudad de Pekín, con sus 21 millones y medio de habitantes, se está aislando del mundo en un tiempo récord en un intento de frenar el avance del nuevo brote de coronavirus. Ya prácticamente no se puede entrar ni salir de la capital china. Más de un millar de vuelos han sido cancelados. También se han suspendido las clases en todos los centros educativos y una treintena de complejos residenciales han quedado sellados, con vallas, al considerarse de riesgo.
Pekín no es Wuhan, pero se parece cada vez más. A medida que avanzan los test masivos, se detectan más casos. Hay alrededor de 140 registrados, con la particularidad de que, según los expertos, los afectados presentan síntomas atípicos en la covid, como el dolor de articulaciones. Este brote del virus, surgido en el gigantesco mercado mayorista de Xinfadi, parece incluso más contagioso que el de Wuhan.
Las autoridades sanitarias municipales han anunciado que desinfectarán todos los mercados, restaurantes y campus universitarios de la capital y realizarán test de coronavirus a sus trabajadores y responsables.
El portavoz municipal, Xu Hejian, afirmó en rueda de prensa que llevarán a cabo “una inspección preventiva integral en todos los mercados, restaurantes y comedores”, que incluirá la realización de test de ácido nucleico.
Esta medida se toma después de que la capital elevase ayer el nivel de alerta sanitaria del 3 al 2.
La desinfección de todos los restaurantes de Pekín y la realización de test en todos ellos es una operación a gran escala considerando el gran número de establecimientos de este tipo existentes en la capital, que se cuentan por decenas de miles.
Pekín ha desinfectado hasta primeras horas de ayer, martes, 276 mercados de productos agrícolas y cerrado, 11 mercados subterráneos y semi-subterráneos, además de 33.173 servicios de reparto de comida a domicilio. Xu afirmó que esperan completar hoy la desinfección de mercados y restaurantes, aunque las pruebas de ácido nucleico llevarán probablemente más tiempo.
Los negocios siguen en funcionamiento pero se recomienda a los residentes que trabajen desde el domicilio, mientras que las comunidades en áreas de riesgo “alto” se han sellado y no se permitirá que nadie salga de ellas.
También cierran los mercados subterráneos, mientras que bibliotecas, museos y parques abrirán durante un tiempo limitado y con un aforo no superior al 30 % de su capacidad.
La prioridad de las autoridades es impedir que el virus se extienda o que llegue a otras ciudades.
Hasta ahora sólo ha trascendido que el patógeno fue detectado en una tabla de cortar pescado empleada por un vendedor de salmón importado en el mercado Xinfadi, y algunos expertos chinos afirmaron que este rebrote del virus es “probablemente más infeccioso” que el detectado en Wuhan, la capital provincial de Hubei, donde comenzó a propagarse la COVID-19.
Además de las pruebas y las medidas de control y prevención, Pekín ha intensificado la inspección de los mercados de productos frescos, cerdo congelado, ternera, cordero y productos avícolas, y se examinan otros negocios, incluidos supermercados y restaurantes, para garantizar que no circulan productos contaminados con el virus.
Con información de euronews.