Las aguas del Caribe se agitaron al cierre del año con la presencia de Rafael Marín, actualmente representante de México ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Primero, circularon unas fotos del llamado Padre Fundador de Morena en Quintana Roo junto a otros pioneros del partido guinda en un restaurante de la Yaxchilán, por cierto, propiedad de un referente morenista.
Pero Rafa no eligió despedir el año en Europa, en particular en Ginebra (sede de la OMC). En cambio, optó por el saturado Caribe mexicano para repartir abrazos entre los cofundadores de Morena.
El exdirector general del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec también sostuvo reuniones de corte más político que afectivo. Entre ellas destaca el encuentro con el grupo de estrategas que le ayudaron durante el proceso electoral de 2022.
Por cierto, en aquella primera oportunidad, la bandera principal que enarboló el exdirector de la Agencia Nacional de Aduanas fue oponerse a la continuidad de la inequitativa alianza de Morena con el Partido Verde en Quintana Roo.
En sus reuniones, Rafa Marín dejó en claro tres cosas:
- Que sí quiere.
- Que no va a repetir el error de 2022 de esperar.
- Que necesita la venia de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Eso sí, Rafa subrayó que obtener este permiso de Claudia Sheinbaum no significa ser automáticamente el ungido, sino simplemente recibir la luz verde para participar en una especie de contienda interna que, de hecho, ya empezó con el placeo del senador verdi-guinda Eugenio Segura, que busca ser el candidato único.
Por ahora, Rafa Marín es el candidato –o mejor dicho, aspirante– de los “puros” o fundadores de Morena.