Redacción
TULUM.- La comunidad de Punta Allen enfrenta una situación crítica luego de las fuertes lluvias que azotaron la región. La devastación es evidente no solo en las calles inundadas, sino en el acceso que conecta a esta localidad con el resto del municipio de Tulum.
Inmensos charcos hacen imposible transitar sin tener que mojarse los pies, caminos llenos de baches profundos y áreas completamente anegadas que reflejan el abandono en el que se encuentra la comunidad.
Alumnos de la telesecundaria se ven obligados a cruzar un enorme charco en su camino a la escuela, con sus pies descalzos en el agua sucia. Este charco es parte de su rutina diaria, ya que no hay otra forma de llegar al colegio. Las lluvias han convertido las calles en pequeños lagos, obligando a los niños a mojarse para poder continuar con sus estudios. La falta de un adecuado sistema de drenaje pone en peligro no solo la salud de los estudiantes, sino también de toda la comunidad.
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El acceso principal muestra una situación alarmante. El camino, que debería conectar con la carretera, está inundado y lleno de escombros traídos por el viento y el agua. La marea alta ha invadido parte de la ruta, haciendo casi imposible el tránsito vehicular, lo que aísla a los residentes y agrava la ya difícil situación económica. Los pocos vehículos que se atreven a pasar corren el riesgo de quedar atrapados o sufrir daños severos.
Los patios de muchos hogares están convertidos en zonas de agua estancada, que se ha mezclado con los residuos orgánicos e inorgánicos, creando un caldo de cultivo perfecto para la proliferación del mosquito transmisor del dengue. Los habitantes reportan un aumento alarmante en los casos de dengue, pero la comunidad aún no ha recibido las campañas de fumigación o descacharrización necesarias para combatir esta amenaza sanitaria.
Los residentes de Punta Allen están desesperados y han hecho un llamado urgente a las autoridades. Las peticiones son claras: rellenar las calles para que los estudiantes y demás personas puedan circular sin riesgo; fumigar y limpiar las áreas afectadas para prevenir brotes de enfermedades como el dengue, y una atención más constante a la infraestructura vial para evitar que la comunidad quede aislada con cada temporada de lluvias.
Este es un llamado urgente desde Punta Allen. Las imágenes de niños caminando entre charcos para ir a la escuela, el camino principal que parece más un río que una carretera, y los patios inundados son pruebas claras de la precariedad que enfrenta esta comunidad.
Con información de Conexión Caribe