En el ala radical de MORENA se sienten como desarmados en la estrategia de “contrastar” ante el gobernador Carlos Joaquín y es qué de entrada, el rechazo al Gobernador en el sur del Estado prácticamente le queda la mesa servida a cualquier partido que marque una diferencia frente a Carlos Joaquín y/o PAN, pero el morenismo local termina desarmado por el propio presidente Andrés López Obrador. En la “mañanera” o en giras no escatima elogios para el gobernador de Quintana Roo.
Claro, para López Obrador como presidente y “primer morenista” está feliz-feliz con lo ocurrido en Quintana Roo en donde los guindas se llevaron los cuatro distritos legislativos federales de la entidad y ocho de los once ayuntamientos, los radicalismos resultan ociosos y los contrastes inútiles.
Se anticiparía desde ahora una transición tersa